martes, 17 de junio de 2014

Y si... !Por qué no¡

El minutero descuenta los segundos que pasan. Un sudor frío se escapa por mis poros y  recorre mi frente hasta llegar a la nada. ¿Qué es la nada? Una sensación, un sentimiento, un....una nada.
Los latidos se aceleran, la vista se nubla, tienes la sensación de volar, de no caer, de haberlo logrado.
Das dos pasos y te encuentras de bruces con la realidad. Eres lo quieras o no, aún, una nada. 
Una nada que poco a poco se va formando, va cogiendo forma y se alza en el cielo.
La cosa va de volar, por lo tanto, volemos con la imaginación.
Tienes la sensación de ser nada, pero una nada relativa que poco a poco va teniendo importancia.
Te ves sólo pero rodeado de vacíos que te llenan. Soledad. No entiendes los suspiros lejanos de la humanidad, no entiendes las exhalaciones pasajeras que van y vienen, no comprendes lo que dicen o lo que te quieren decir. Están pendientes de ti. Debes actuar. Habla. 
Atado de pies y manos, no te puedes mover, pero tampoco lo intentas. Las riendas atan tus capacidades y tus posibilidades. Hierro forjado en altos hornos cubren tus frágiles muñecas sin dejarte desplazar tu cuerpo. Actúa.
Incapacitado te ves de sufrir, llorar, amar, querer, sentir...postrado estás en un ambiente, en un lecho de negatividad que no te deja vivir. Disfruta.


Soledad, habla, Actúa, DISFRUTA... ¿Os suena? Son ideas que han estado y están volando por mi mente sin cesar. ¿Y si echo de menos a mi familia, a mis amigos, mi vida?¿Y si además de sentirme sólo no soy capaz de comunicarme con la gente? ¿Y si no hago nada por no sentirme sólo ni por estar incomunicado? ¿Y si por estas cosas tontas no vivo la experiencia?
¿Y si? ¿Y si ¿Y si? 
Olvidemos los ¿Y si? y empecemos a pensar en los ¿Por qué no?
¿Por qué no olvidar la vergüenza?, ¿Por que no soltarse la melena y hablar con todo el mundo?, ¿Por qué no realizar todos los deportes y actividades que halla?, ¿Por qué no olvidarse de lo que algún día tuvimos y centrarnos en lo que vamos a tener?

¿Por qué no ser felices?
Y si... !Por qué no¡                                                                 Álvaro.

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